domingo, 10 de abril de 2011

EXPOSICIÓN DE ESCULTURA MARCIANO BUENDÍA (I)



Exposición
Marciano pretende llevar una reflexión al interior del observador.
El “leit motiv” que le mueve es la relación desde el interior del observador y del autor.
La escultura de Marciano Buendía se adentra en la organización espacial de la tercera dimensión por medio de una reflexión de puesta en relación de lo pequeño, delicado, frágil, agregado en cantidades que evocan a masas y aglomeraciones, con carácter diferente que dialogan y se contraponen con los cuerpos rotundos de volúmenes categóricos.
Marciano Buendía ha pasado de la escultura plana como expresión de la agregación de lo minúsculo, de cada pequeño cilindro, de cada ciudadano, de cada estrella, de cada espiral, etc.
Características de la obra mostrada en la exposición.
Se plantean unos volúmenes rotundos que se rompen y abren, dando cobijo a las figuras de un conjunto de ciudadanos.
Los ciudadanos toman el protagonismo y le dan la relación de escala al volumen. Dejan de ser abstracto con una geometría rotunda y brusca y comienza a tomar un sentido de planos, pieles, superficies, huecos y espacios en los que los ciudadanos se aprietan.
Los ciudadanos se aprietan, ocupan al máximo el espacio existente. Los huecos están colmatados.
Volúmenes:
Las masas se rompen, desplazan, perfora. El volumen se deconstruye generando un espacio, lugar de la nada.
En esa grieta inerte en ese espacio de volúmenes rotos, se ubican las figuras erectas, siempre erectas, dando una voluntad inequívoca de la actitud de representación de una figura humana, que, en las relaciones con el espacio, el volumen, la textura, y las otras figuras repetidas y apelmazadas crean una tensión emocional que hace que el espacio tome un valor distinto y cualificado.
La forma de las piezas y de las figuras, su composición y su organización volumétrica tienen un significado reconocido.
En la obra de Marciano Buendía dichos valores transcienden y toman por medio de la reflexión interior, un nuevo significado proyectivo que va más allá de la mera forma en sí.
Las figuras y las esculturas se tensan, crean emociones como la claustrofobia, la angustia, la contradicción, la perplejidad, la sorpresa, la paradoja, etc
De la tensión del espacio arquitectónico escalado a una proporción de maqueta.
Las figuras toman un significado proyectivo del individuo a escala, como si fuera una maqueta de un espacio habitacional, útil y arquitectónico. Esa posibilidad de verse proyectado en esa ‘pretura’ es lo que crea desasosiego y lleva al observador a una reflexión de su interrelación social.
Del análisis de su trayectoria, se puede decir que Marciano ha pasado de la  etapa de la obra plana con formación bidimensional a la etapa de volúmenes con integración con otros materiales como el hierro, resinas, cerámica, etc

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