domingo, 10 de abril de 2011

DE LA EXPOSICIÓN DE MARCIANO BUENDÍA (II)

Marciano Buendía
“hace falta estar un poco loco para estar aquí...”


Significado de la obra

La experiencia de las obras lleva implícito una toma de partido y una reflexión acerca de la condición individual con el entorno, primero, y con la sociedad, después; obligando a posicionarse de una manera crítica.
Los ‘señoritos ciudadanos’ se unen en una trama de dos dimensiones, sin límites jerárquicos, sin orden definido, sin categorías, haciendo o configurando una trama infinita. No se genera la perspectiva (el yo subjetivo que observa) el plano infinito, sin comienzo ni fin. Por tanto, la experiencia de la obra se objetiviza por la perdida de referentes personales, tomando un carácter abstracto y flotante, que hace que se perciba sin juicio singular.

Aunque la obra lleva una buena carga crítica e incluso, por medio de la contradicción y la sorpresa irónica, se puede leer que no existe una intención de sacar conclusiones, sino de exponer escenarios que incitan a la reflexión.
Se exhiben figuras, materiales, texturas, volúmenes, configuraciones y composiciones. No hay juicios: hay hechos y situaciones.
El autor expone; el espectador extrapola, critica, imagina, piensa, saca emociones propias de su interior y las pone en valor frente a la obra. La obra le hace sacar de su interior memorias que le llevan a una nueva reflexión.
La obra y la exposición acaban siendo una excusa inductora del viaje al interior de un mismo que va a hacer cada uno de los espectadores.
El espectador no se va a quedar indiferente: ¡Objetivo cumplido, Marciano!

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